María Gimeno: la española que mete cuchillo para reivindicar el lugar de las mujeres artistas en el arte


A lo largo de la historia, las mujeres han sido severamente excluidas de todos los ámbitos posibles, uno de ellos, el arte. Muestra de esto, es el trabajo realizado por María Gimeno, artista española que tuvo una idea radical cuando se dio cuenta que en los libros de historia del arte, en específico el de Ernst Gombrich, no había rastro de presencia femenina.

“Queridas viejas” es un performance en donde Gimeno, a cuchillo, interviene en la obra de Gombrich y agrega las páginas faltantes; hace espacio a aquellas mujeres que, desde siempre, debieron tener ese lugar. 

"Yo soy artista y aquí lo que he venido a presentar es un trabajo en el que hablo de mujeres artistas como pintoras, escultoras y demás. Básicamente, lo que intento es introducir a las mujeres dentro de la historia del arte, porque las narrativas oficiales sabemos que han excluido a las mujeres históricamente; y se sigue estudiando una historia que no incluye a las mujeres”.  Comentó Gimeno en entrevista para Stendhal

María se denomima a sí misma como feminista, sin embargo, afirma que su llegada al feminismo fue de forma tardia. A la edad de 37 años comprendió que tenía una tarea, la de formarse y mirar al mundo desde otra perspectiva. 

"Me había criado en una familia donde teóricamente había igualdad, yo nunca percibí un diferente trato entre mis hermanos y yo que soy la única chica, todo lo contrario. Entonces, vivía un poco en un mundo “la la land” sin darme cuenta de cosas que damos por hechas del día a día y de nuestra educación que son tremendamente injustas, patriarcales y machistas y que igual las pasamos por alto por pura costumbre, por puro haberte criado con una serie de cosas que se dan por válidas y por correctas cuando en el fondo, no lo son”. 

Cuando María tomó la decisión de informarse a través de teóricas feministas que estudiaron sobre el arte, se dio cuenta que en los libros de historia del arte no había mujeres, y es por eso que decidió introducir a la historia del arte las páginas que le faltaban a través de un libro que es el manual de historia del arte más vendido de todos los tiempos. 

"La obra de Gombrich es el libro referente de arte en Europa y en muchos países de habla hispana, es un  libro que ha tenido muchísima difusión, es un libro que está muy bien ya que cuenta lo que hemos entendido como historia del arte, entonces, dentro de la narrativa perfectamente canonizada es un libro fantástico. Ha tenido muchísimo éxito porque es un buen libro, no podemos negarlo, lo que pasa es que tiene una falta gigantesca, es que no incluye ninguna mujer”. 

Las ideas artísticas llevan tiempo, algunas otras, llegan de repente. En este caso, María nos explica el particular proceso creativo que la llevó a “Queridas viejas”: 

"Pues yo creo que fue de ‘flashazo’, me invitaron a dar unas conferencias y me preguntaron ‘¿sobre qué las quieres hacer?’ y dije ‘sobre la ausencia de las mujeres en la historia del arte’ y no sé cómo se me ocurrió. La verdad, se me ocurrió y ya está, no te puedo decir”.

Gimeno asegura que cuando la invitaron a realizar las conferencias, ella se encontraba “muy trillada” con el tema de que en el Gombrich no había mujeres:

"Yo me lo había leído y no me había enterado de que no había mujeres, entonces yo creo que eso me dio tanta rabia que me debió de sacudir un poco el orgullo, de decir ‘¡Joder! Yo formandome como artista y no me di cuenta de que no tenía referentes femeninos’”. 

El objetivo de este performance no solo es introducir a mujeres artistas dentro de la historia del arte, sino también crear conciencia dentro de la sociedad:  

Hace poco pedí a una serie de personas que me contasen específicamente sobre qué impacto había tenido en ellos Queridas viejas y la mayoría coincide en que no pueden mirar la historia del arte con los mismos ojos, que a partir de ver Queridas viejas les cambia totalmente su concepto del arte, su concepto de la creación y que cada vez que entran en un museo buscan obras hechas por mujeres, y de alguna manera llevan la cuenta “no hay ninguna, hay dos”. 

El presentar Queridas viejas en México tuvo un significado diferente para María Gimeno por dos razones, la primera, la ola de machismo que se sigue viviendo y que afecta a todas las mujeres del país, la segunda, el contexto artístico del territorio: 

“Me hace mucha ilusión y me da  mucho respeto hacerlo aquí [el performance], creo que es muy necesario poner en valor el trabajo de las mujeres y más en un país como México en donde, efectivamente, el machismo impera. Por otro lado, si nos ponemos más rigurosos en lo que es la historia del arte, me da un poco de apuro porque realmente la historia del arte de Gombrich es la historia del arte de Europa, y claro, aquí hay una gran parte de la historia que es propia y que no aparece de ninguna manera en los libros de historia del arte que son hegemónicos, eurocentristas y masculinos. Yo soy europea, entonces hemos vivido creyéndonos el culo del mundo”.

El trabajo de María Gimeno pone sobre la mesa el arduo trabajo que nos queda como sociedad al visibilizar el trabajo de mujeres que históricamente han sido excluidas de todas las áreas posibles. También es una muestra clara de que nunca es tarde para hacer una reflexión sobre lo que se está haciendo bien y lo que se está haciendo mal, además de recalcar que las mujeres pueden hacer cualquier cosa, menos quedarse calladas.


Escrito por Mariana Ponce

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