Porter se presentó en su primer Palacio de los Deportes

El conjunto musical Porter ofreció su primer concierto en el Palacio de los Deportes el pasado 25 de septiembre. Si bien, no fueron sold out, los fieles fanáticos de esta agrupación llenaron a este recinto de energía y sentimiento.

Los cuatro integrantes de Porter han definido su música como alternativa, independiente y experimental. Su sonido vanguardista ha cautivado a miles de seguidores por todo México y en otros países.

Desde el 2004, las letras honestas y diferentes marcaron a una generación que se sentía identificada con estas canciones. Y a pesar de los cambios en su alineación, han mantenido su esencia y la clásica fórmula de su composición.

Los integrantes David Velasco, Fernando de la Huerta, Diego Rangel y Victor Valverde, expresaron su emoción e ilusión por presentarse en el Palacio de los Deportes. Prometieron un show con sorpresas, invitados de lujo y una experiencia cinemática como ninguna otra. Sin embargo, solo cumplieron una de sus promesas.

Salieron a tiempo y comenzaron su show sin ningún problema, desafortunadamente, los nervios le jugaron una mala pasada al vocalista, quien se escuchaba con una voz temblorosa y desafinada. A pesar de esto, sus fanáticos coreaban sus canciones y le daban ánimos al cantante, gritando “Olé, olé, olé, olé, Porter, Porter”, mientras aplaudían.

Después, empezaron las fallas técnicas, una tras otra. Ya sea en los micrófonos, instrumentos, o en general, parecía desfasado y su equipo de sonido no lo arreglaba de forma rápida. Esto fue notorio para sus fans, pero aun así estaban decididos en disfrutar el concierto. Hasta que se escuchó un fuerte ruido (molesto, a decir verdad), proveniente de una guitarra. El show debe continuar y así fue.

Llegó un punto en que ya no podían ignorar estas fallas y David (el vocalista) se disculpó por los problemas técnicos.

Porter se caracteriza por tener melodías tranquilas y profundas, pero la falta de energía por parte de David, comenzó a desalentar a sus fans. No había interacción con su público y en los momentos de las fallas, no daban explicación alguna o no intentaban entretener a sus seguidores, ellos parecían bastante… ¿Decepcionados?

El momento más desalentador para sus fans fue cuando después de tocar unas doce canciones, la agrupación salió del escenario y regresó hasta los 10 minutos. Parecía que se habían cambiado de vestuario, pero el tiempo, con la atmósfera oscura y un ambiente de confusión, se sintió eterno.

La falta de pantallas tampoco fue una buena decisión. Los fans de Porter, que estaban en la zona más alejada del recinto, apenas si veían a los miembros del grupo. En ocasiones la pantalla central proyectaba al vocalista, pero fue utilizada por más tiempo para mostrar animaciones psicodélicas.

Un momento que vale la pena resaltar fue la llegada de los invitados especiales. La telonera de este concierto, Renee, deslumbró el escenario con su energía y presencia escénica, mientras acompañaba a David cantando Xoloitzcuintle chicloso. Le siguió Caloncho, Denisse Gutiérrez, Rosas y para cerrar el show, la banda Little Jesus cantó junto a Porter una de sus canciones más famosas: espiral.

Algo acertado también fue el setlist, porque tenía canciones representativas de la banda desde sus inicios, hasta nuevos lanzamientos:

¿Qué es el amor?

Murciélago

Rincón yucateco

Ranchito

No te encuentro

La china

Tzunami

Mundo extraño

Arcade

Host of a Ghost

Palapa

Cuxillo

Bipolar

Cuando lloro

La sombra del amor

Daphne (invitado Caloncho)

Mamita santa

Xoloitzcuintle chicloso (invitada Renée)

Vaquero galáctico (invitada Denisse Gutierrez)

Huitzil

Himno eterno

Cachito de galaxia

Pájaros

Para ya (invitado Rosas)

Espiral (invitados Little Jesus)

Con un total de 25 canciones, Porter se despidió del Palacio de los Deportes, con la satisfacción de haber dado el show más grande de su carrera. Las fallas que hubo no impidieron que la banda expresara su gratitud a través de sus redes sociales y aún siguen compartiendo videos de este concierto.

Escrito y fotografías por: Sharon Mercado