Folk, Jazz y Country desde Chicago: Wilco debutó con un nuevo álbum en el Frontón México

A pesar de cambios apresurados de locación y bajas temperaturas, no hubo impedimento alguno para que los fanáticos de Wilco, banda originaria de Illinois con treinta años de historia, que ha marcado un antes y un después dentro de la industria musical del country y rock alternativo, se reunieran y disfrutaran de un show irrepetible en el Centro de Entretenimiento Frontón México. 

La introducción dinámica y preparación a un ambiente melancólico y emocional estuvo a cargo del grupo Mint Field. A través de un setlist conciso, entre ecos provenientes de la guitarra, efectos del sintetizador y la voz envolvente de Estrella del Sol, lograron cautivar a todo aquel que los escuchara. 
La noche continuó con lo que parecería, para algunos, una serie de dilaciones en el tiempo, pero para otros una pausa adecuada necesaria para que la actuación de Wilco fuera más que perfecta, además, comprensible en su totalidad, dado que los shows de la agrupación son reconocidos por su excelencia y su compromiso con la conmoción de los sentidos y con su público. 

Cada integrante de la banda dio gratas sorpresas, tanto para quienes los han acompañado desde los inicios de su trayectoria en 1993, hasta quienes han experimentado una nueva inmersión musical, descubriendo su más reciente álbum “Cousin”, la pieza que los llevó a compartir en México el sonido contemporáneo con el que trabajaron este año. 
La versatilidad de Pat Sansone resaltaba en canciones como “Pittsburgh”, “Hummingbird” y “I am trying to break your heart”, con su movimiento continuo por el escenario, dividiendo su talento y alternándose con destreza entre diferentes teclados, la guitarra e incluso, de manera ocasional, con el pandero. La humareda por los aires, junto a escenografías que en su mayoría eran elementos de la naturaleza y patrones coloridos, coronaron la dualidad del performance. 

Canciones que generaban empatía hacia las emociones humanas gracias a la honestidad de sus letras, pero también lo enérgico de algunas otras como “Impossible Germany”, especial por la forma en que Nels Cline, junto a los demás integrantes en armonía, lograron generar una conexión y fascinación en los asistentes con un solo de guitarra, detonando ovaciones y una muy clásica porra característica del público mexicano: “Olé, olé, olé, Wilco, Wilco”. 
Un sello distintivo en las presentaciones de Wilco es lo amplio de su repertorio, en palabras de Cline, ellos tienen de dónde elegir y saben muy bien qué elementos clásicos y novedosos intercambiar para que cada noche rompa con la monotonía a la que se podría enfrentar una banda después del paso de los años, mientras que Jeff Tweedy, bromeando, dijo al auditorio que no podrían tocar algunas de sus canciones por la inmensa cantidad de canciones que han escrito, así la velada se tornó más amena, con risas compartidas y una sensación general de buen humor para entonar “Heavy Metal Drummer”. 

Uno de los momentos evidentemente favoritos que vale la pena resaltar es el más fraterno, en donde Tweedy invitó al escenario a Estrella y a Sebastián, el dúo de Mint Field que originaría belleza a lado de los seis músicos cantando “Jesus, etc.” 

El final fue protagonizado, no solo por quienes se encontraban arriba de la plataforma, sino también por las palmas y tarareo (a veces a destiempo, lo que enterneció a Jeff), de entusiastas que disfrutaron de la compañía de Wilco a lo largo de las más de veinte canciones y que se mantendrán pendientes seguramente a la promesa de la banda de regresar algún día. 

Escrito y fotografías por Daniela Reséndiz

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